Un café es siempre más que un café, es casi un confidente con el que tomas un poco del momento y saboreas sorbo a sorbo el pasar de los minutos, el tic tac de la vida que se aleja junto al remolino que formas mientras mueves distraídamente con tu cuchara el contenido de tu taza de café.

 

El café es alguien que está incondicionalmente para escuchar lo que dicen en voz alta tus pensamientos, que está siempre a tu lado y te extiende la mano sin condiciones y de tanto compartir contigo, conoce tus secretos íntimos, locuras y desvaríos pero no te juzga, solo saluda y celebra con su aroma, su cuerpo, su sabor, con todo su ser, que estés sentado frente a él, como solo Los Brothers del alma lo harían, esos que estarán para acompañarte en tu recorrido por esta deliciosa y reconfortante aventura llamada vida.